CRÓNICA DE UN CUMPLEAÑOS POLACO

Aquí las cosas siguen igual, igual de bien. Hace un par de días me dieron la habitación individual y de momento estoy sola en el apartamento porque la otra habitación sigue vacía; es genial tener esta privacidad, ya lo echaba en falta.

Hoy ha terminado el curso de polaco, así que le hemos dicho adiós a nuestra querida profe, que era un encanto, la verdad, la voy a echar un montón de menos :(

Ayer fue mi cumpleaños y ni por asomo me podía esperar que durante todo el día estuviera celebrándolo. Yo quería organizar una cena pero como al final se apuntaron 50 personas decidí que mejor lo celebraba en mi nuevo apartamento, piso XV, habitación 213. Así que avisé a esos 50 para que vinieran por la noche a tomarse algo a mi salud.

Pero mi cumpleaños empieza mucho antes, a las 9 de la mañana, cuando mis niñas guapas (Abe, Ambra, Chiara, Serena y Victoria) me llevaron a desayunar a una cafetería genial y allí me dieron un regalito del Sephora y una postal de cumpleaños. Genial.

Pero lo que yo no sabía es que al llegar al curso de polaco a las 11’30 me encontraría con que una de mis compañeras, Camille, se había pasado el día anterior haciendo pastelitos para mí, Geray trajo además dulces turcos y yo bombones polacos, así que soplé las velas, me cantaron Sto lat, Sto lat, la profesora me regaló un girasol natural enorme y brindamos con champagne. Una pasada.

A las 15h quedé con Aga, la volunteer-tutor de 2wroclaw, que aunque sea tutora tiene más o menos mi edad, y por mi cumpleaños me regaló un librito muy divertido polaco-español, es un encanto. Quedé con ella en que vendría a la fiesta con Natalia, otra tutora. Y a esa misma hora me encontré con Juan Carlos (por fin alguien de las T’s!!!) y le comenté que se viniera también, pero que entrara en la residencia con su grupo antes de las 23, porque después ya no se puede.

Total, que se me hizo tarde y al final les pedí a Sere y a Ambra que me acompañaran a comprar cervezas. Sinceramente, no sé cuántas compré, pero fueron muchísimas. Y así quedó el frigorífico. Además eso no es nada, la gente siguió metiendo cervezas al llegar a la fiesta y vinieron también con vodka y vino.

La primera en llegar fue Kini, mi polish friend, que tiene alma española y como los demás tardaban tanto decidimos que si al final nadie venía nos beberíamos las cervezas entre las dos. Pero la gente no se hizo esperar mucho. Aunque antes se pasaron las crazy lithuan girls (Aija, Evita, Daiga) para regalarme chocolate lituano, un foulard y unos pendientes. Son tres soles. Y luego llegó Graziana y me regaló otros pendientes, aunque tal como vinieron se fueron para volver más tarde así que Kini y yo volvimos a pensar en bebernos las cervezas. Y en ese preciso momento empezaron a llegar grupos y más grupos de mis queridos compañeros de Olowek. Camille (boy) y Thomas trajeron un montón de cerveza más y conseguimos meterla en la nevera (todavía no sé cómo), todo el mundo quería foto de la nevera, que se quedó con el nombre de ‘típica nevera erasmus’. También llegaron Camille (girl) y Geray, del curso de polaco y a partir de las 23 me llamó Juan Carlos para decirme que el grupo de 5 ó 6 personas de las T’s se había convertido en un grupo de 20 y luchamos contra la pani de recepción para que les dejara entrar, pero solo conseguí que pasaran 2 porque ya eran las 23’30. En fin, otra vez será, prometido.

Mis niñas españolas me hicieron un pastel buenísimo, así que soplé velas por segunda vez, impresionante. ¡No me lo esperaba!

La fiesta fue una pasada, porque no cabía un alma, por el buen rollo, porque conocía bien al 95% de las personas que había allí (y os aseguro que en este tipo de fiestas es algo rarísimo) y porque no se rompió nada ni hubo ningún problema. Sólo que el suelo blanco se volvió negro, pero es lo que tienen las fiestas, que cincuenta personas en un piso pequeño lo dejan hecho todo una porquería, pero que nos quiten lo bailao’. Eso sí, las 8 bolsas de basura y las más de 60 latas de cerveza ya no están aquí.

Hoy han venido a verme dos chicas de Hong Kong majísimas, a Noel ya la conocía desde el primer día del curso de polaco y me han traído regalos, postales de su pueblo y unos palillos chicos decorados, es que así da gusto cumplir años.


Juzgad vosotros mismos. No me voy a olvidar jamás de mi polish birthday.

(los campeones que se quedaron hasta el final)


Que sí, que esto es una pasada, que el Erasmus es una experiencia ÚNICA.

Y lo mejor... ¡sólo llevo dos semanas!


4 Response to "CRÓNICA DE UN CUMPLEAÑOS POLACO"

  1. Esteban says:
    2 de octubre de 2010, 11:41

    Joder que pasada de 2 semanas jaja pues ala a seguir disfrutando de la aventura! jeje

    Saludos!

  2. CklawOffice says:
    19 de abril de 2013, 19:12

    Que buen post, así las personas que van a Polonia, pueden tener un vistazo de que la pueden pasar bien.

  3. Unknown says:
    10 de agosto de 2013, 14:11

    Yo pensaba que las becas ERASMUS eran para ir a estudiar.

  4. RoseInWroclaw Says:
    10 de febrero de 2014, 18:36

    jajajaja Me convalidé más de 100 créditos y aprendí dos idiomas. Sí, desde luego que aproveche para estudiar, y también para viajar ;)